Deuda castigada

Los asuntos financieros pueden ser complejos, y un término que aparece a menudo en las conversaciones sobre deudas es «deuda castigada». Pero, ¿qué es exactamente una deuda castigada?

En este artículo exploraremos el concepto de deuda castigada, sus implicaciones y cómo puede afectar a particulares y empresas.

¿Qué es una deuda castigada?

En términos sencillos, una deuda castigada se refiere a una deuda que se ha vuelto incobrable o morosa. Suele ocurrir cuando un prestatario no efectúa los pagos a tiempo e ignora los intentos de los acreedores de resolver el saldo pendiente. Cuando una deuda se considera castigada, implica que el prestamista ha perdido la esperanza de recuperar el importe adeudado.

Mas específicamente, una deuda castigada es aquella en la que existe un retraso en el pago del crédito por más de 91 días, según la información provista por la Comisión del Mercado Financiero (CMF). Al ser un periodo tan extenso, el acreedor ya no considera como algo factible recuperar ese dinero por falta de solvencia del deudor.

En muchos casos, las instituciones financieras o los acreedores pueden optar por dar por perdidas las deudas castigadas a efectos contables. Sin embargo, esto no exime al deudor de su obligación de devolver la deuda. El prestamista o acreedor puede seguir realizando gestiones de cobro o contratar a terceros cobradores para recuperar el importe pendiente.

Causas de las deudas castigadas

Varios factores contribuyen a que se produzcan deudas castigadas, entre ellos:

  • Dificultades financieras: circunstancias imprevistas como la pérdida del empleo, una enfermedad o una crisis económica mundial pueden provocar dificultades financieras que dificulten a los prestatarios el pago de sus deudas. Estas situaciones pueden dar lugar a deudas castigadas, ya que los prestatarios luchan por cumplir sus obligaciones financieras.
  • Falta de responsabilidad financiera: algunas personas pueden acumular deudas, a sabiendas o sin saberlo, sin un plan claro para devolverlas. Esta falta de responsabilidad financiera puede acabar provocando la morosidad y la calificación de una deuda como castigada.
  • Acciones legales: en determinados casos, las acciones legales, como la declaración de quiebra por parte de particulares o empresas, pueden dar lugar a deudas castigadas. La quiebra proporciona a los deudores un nuevo comienzo; sin embargo, también afecta a los acreedores, que pueden tener que aceptar un reembolso parcial o ninguno.

Las implicaciones de las deudas castigadas

Las deudas castigadas pueden tener implicaciones significativas tanto para los prestatarios como para los prestamistas, entre ellas:

Historial crediticio negativo

Cuando una deuda se clasifica como castigada, afecta negativamente al historial crediticio del prestatario. Este impacto negativo puede dificultar la obtención de futuros préstamos o tarjetas de crédito y puede dar lugar a tipos de interés más altos o a condiciones más estrictas cuando se conceda el crédito.

Intentos de cobro

Los prestamistas pueden emplear diversos medios para cobrar las deudas castigadas, como llamadas telefónicas, cartas o incluso acciones legales. Estas gestiones de cobro pueden ser estresantes y perturbar la vida personal y económica del prestatario.

Pérdidas económicas

Para los acreedores, una deuda castigada representa una pérdida económica. Tienen que compensar el importe impagado ajustando sus balances, lo que puede afectar a su rentabilidad y a su capacidad de conceder créditos a otros prestatarios.

Cómo hacer frente a las deudas castigadas

Si te encuentras con una deuda castigada, es esencial que afrontes la situación de forma proactiva.

En definitiva, tienes que intentar salir de Dicom y para ello existen algunas cuestiones que puedes resolver:

  1. Contacta con tu acreedor: inicia la comunicación con tu acreedor y explícale tus circunstancias. Aunque no garantice una resolución, el diálogo abierto puede conducir a condiciones de pago más favorables o a alternativas, como la reestructuración o consolidación de la deuda.
  2. Considera la ayuda profesional: pedir consejo a agencias de asesoramiento crediticio o a asesores financieros puede proporcionarte valiosas ideas sobre la gestión de las deudas castigadas. Pueden orientarte sobre estrategias de gestión de deudas, técnicas de negociación y opciones legales a tu disposición.
  3. Crea un plan de amortización: desarrolla un plan de amortización realista para mostrar tu compromiso de enmendarte. Esto demuestra tu voluntad de responsabilizarte de la deuda castigada y puede ayudar a reconstruir tu solvencia con el tiempo.

Librándote de una deuda castigada: pasos para eliminarla de los registros comerciales

Cuando una deuda ha alcanzado el estado de «castigada», resulta imperativo buscar soluciones para eliminarla de los registros comerciales y mejorar tu historial crediticio. Afortunadamente, existen pasos que puedes seguir para liberarte de esa carga financiera y empezar a recuperar tu estabilidad económica.

Aquí te presentamos una guía para eliminar una deuda castigada de los registros comerciales y allanar el camino hacia nuevas oportunidades financieras.

Conocer tu Dicom actualizado

Antes de iniciar cualquier gestión, es recomendable obtener un informe de deudas actualizado para corroborar todas las deudas registradas a tu nombre.

En este artículo tienes una guía sobre que explica cómo saber si estoy en Dicom y cómo obtenerlo de forma gratuita cada 4 meses, incluyendo todas las opciones disponibles para descargar el certificado.

Conociendo tus opciones: exclusión o suspensión de la información

El primer paso para librarte de una deuda castigada es entender tus opciones para eliminarla de los registros comerciales.

En algunos casos, puedes optar por la exclusión o suspensión de la información de la deuda vencida o castigada, según las normas establecidas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Sin embargo, este proceso debe ser llevado a cabo por la entidad acreedora y no por la CMF.

Solicitud de eliminación y respuesta de la entidad acreedora

Una vez que has determinado que tienes derecho a la exclusión o suspensión de la información de tu deuda castigada, es hora de presentar una solicitud ante la institución financiera correspondiente.

Asegúrate de cumplir con los requisitos establecidos en el Capítulo 18-5 de la Recopilación Actualizada de Normas de Bancos de la CMF antes de presentar tu solicitud.

La entidad acreedora revisará tu solicitud y determinará si cumples con los requisitos para la eliminación de la deuda. Si tu solicitud es aceptada, la entidad dejará de informar la deuda en cuestión. La CMF reflejará esta actualización en el Estado de Deudores correspondiente a la fecha en que la solicitud fue acogida.

El papel de la CMF y el seguimiento de tu solicitud

Si presentas una solicitud y no recibes una respuesta dentro de un plazo prudente, no te desanimes. En este caso, tienes la opción de recurrir a la CMF adjuntando una copia de la comunicación que enviaste a la entidad acreedora. La CMF evaluará tu caso y actuará en consecuencia.

Es importante recordar que la suspensión de la información, de acuerdo con las normas de la CMF, no exime al deudor del pago de la deuda. La deuda se extingue mediante condonación, prescripción o pago.

Por lo tanto, si estás buscando eliminar una deuda castigada de los registros comerciales, considera buscar asesoramiento legal para asegurarte de seguir los pasos adecuados y gestionar eficazmente este proceso.

Autor

Sobre Mario Campos

Economista y amante de la literatura. Soy el redactor principal de Nomasdeudas.net.

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